La lógica es aquella disciplina que estudia las formas argumentales por la cuales articulamos, atacamos o defendemos, racionalmente, tanto nuestras propias creencias como las ajenas. Esta disciplina se encarga de estudiar todos aquellos principios y métodos por los cuales podemos distinguir un buen argumento de uno malo.
Estudiar todos aquellos principios o métodos por los cuales podemos distinguir una buen argumento de uno malo es de gran utilidad en la vida diaria de la persona. Esto se debe a que el hombre, en cuanto ser racional, se desenvuelve en un entorno que constantemente lo confronta; el mundo, en sí mismo, nos pide explicaciones, exige que sepamos defender, articular o atacar nuestras creencias o las ajenas, es un mundo donde constantemente nos enfrentamos a decisiones.
Saber argumentar es indispensable para la vida del hombre. Quien no sabe argumentar, por ejemplo, es más fácil que lo manipulen o lo persuadan de las creencias ajenas, pues al no poder defender sus creencias o recurre a la violencia o cae en las trampas argumentativas de los demás.
Estudiar todos aquellos principios o métodos por los cuales podemos distinguir una buen argumento de uno malo es de gran utilidad en la vida diaria de la persona. Esto se debe a que el hombre, en cuanto ser racional, se desenvuelve en un entorno que constantemente lo confronta; el mundo, en sí mismo, nos pide explicaciones, exige que sepamos defender, articular o atacar nuestras creencias o las ajenas, es un mundo donde constantemente nos enfrentamos a decisiones.
Saber argumentar es indispensable para la vida del hombre. Quien no sabe argumentar, por ejemplo, es más fácil que lo manipulen o lo persuadan de las creencias ajenas, pues al no poder defender sus creencias o recurre a la violencia o cae en las trampas argumentativas de los demás.
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